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Pero que mala suerte

Un compañero del trabajo se fue de vacaciones a Tailandia, en el camino para halla, dejo olvidado su pasaporte en una tienda en el DF (en la zona libre de impuestos del aeropuerto).

Así que tuvo que esperar en un cuartito en Los Angeles durante 16 horas mientras le enviaban el pasaporte que por suerte encontraron “tirado por ahí” (claro sin el dinero que había dejado dentro).

Ahora resulta que el general del ejercito tailandes ha dado un golpe de estado, ahora se encuentra recluido en su hotel, porque se ha impuesto la ley marcial.

Va recordar ese viaje toda la vida.

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