Trata temas de feminismo y automáticamente tienes una tormenta, ya sea que estés en contra de feminismo (because feminazis are bitches) o a favor (because men are son of bitches), todo mundo tiene fuertes opiniones al respecto y todo mundo tiene la razón última y absoluta (incluyéndome). * le toma a su chocolate caliente mientras suena gasolina de fondo *

Odias la palabra Feminismo porque…

Alguien en la audiencia tiene un arma, la necesito para… algo…

Poca gente se da cuenta de que la razón por la que odia la palabra Feminismo viene de los medios, específicamente de una serie de campañas de los años 50’s a los 90’s en donde se equiparaba el Feminismo con el Comunismo, el Lesbianismo y muchos otros “ismos”. La razón era bastante simple y es la misma detrás de lo sucedido para calmar cada movimiento estudiantil algunas vez nacido. Mantener el Status Quo (para quien no sepa que es el Status Quo es básicamente que los que están en el poder, sigan en el poder, lo que se consigue haciendo que todo siga igual).

El Feminismo implicaba que un nuevo conjunto de personas pudiera votar, participar del mercado laboral y eventualmente ejercer poder político, en este tiempo los políticos y empresarios sabían como manejar al hombre en sus distintas formas (estudiantes, trabajadores, niños, ancianos, homeless, etc.). Pero controlar a un nuevo grupo demográfico implicaba nuevos retos, con la posibilidad de que a la cúpula del poder no le saliera el truco y entonces perdieran parte de su poder. Piensa por ejemplo en como es que la RIAA prefirió atacar a Napster en lugar de buscar una forma de adaptar esa tecnología a su modelo de negocio.

¿Quieres entenderlo un poco mejor? Abre tu Netflix y pícale play al documental de Miss Representation. Duele aceptarlo pero mucha de nuestra concepción del mundo viene de una aculturación perpetuada por nuestro ambiente… incluyendo odio a ciertas cosas como la inseguridad económica o a que nuestra chica, no lo permita dios, haya tenido relaciones sexuales con alguien antes que nosotros.

Odias a las Feminazis porque…

Claro, el odio al feminismo no viene siempre de una aculturación. A veces viene del contacto con la temida tribu de las Feminazis (Now with extra men!). Debo aclarar primero, decirle Nazi a un movimiento es desgastar la palabra Nazi y lo sucedido durante el Holocausto, así que por favor no la usen tan a la ligera (y si la llegas a usar piensa en la Ley de Godwin de las discusiones del Internet).

Aquí es necesaria un pequeña pregunta: ¿Crees qué los hombres y las mujeres deben de tener los mismo derechos?

Si tu respuesta es sí, entonces ¡felicidades! Eres feminista (aunque no te guste, pero que bueno, no eres tan mala persona).

Me pregunto si alguna persona antes de atacar el feminismo se habrá tomado la molestia de buscar la definición…

Alrededor del Feminismo hay muchos malentendidos, pero el mayor de todos es creer que lo que busca el Feminismo es la superioridad de la mujer; a eso se le llama Hembrismo, porque ya saben.. Macho/Hembra, Hombre/Mujer, Masculino/Femenino… Eso no quita que muchas feminazis (perdón hembristas, es la costumbre), se digan feministas… ni quita que muchas feministas luego salgan con quieren que el novio les pague la cena… No hay personas perfectas y eso es lo primero que debemos entender para no sentirnos ofendidos.

Dejando eso aclarado, si te ha tocado ser atacado por una hembrista lo siento mucho (been there, done that) y tocaré el tema de como nos afecta a los hombres todo este asunto más delante.

¡Eh compa, checa tu privilegio!

Un maestro, en el primer día de clase pone una papelera al frente del salón e indica a sus alumnos que hagan bolas de papel para lanzarlas al bote. El juego es simple les dice -Todos ustedes representan a la población de un país y todos tienen la oportunidad de convertirse en ricos, solo tienen que atinarle a la papelera que tienen al frente-.

Inmediatamente los alumnos de la parte de atrás saltan ante la idea e increpan al maestro  -¡Pero profe, los que están al frente la tienen más fácil!-. -Esas son las reglas, lo siento- dice el maestro.

Así es como luce el privilegio

Todos procedieron a realizar sus tiros y como era de esperar el porcentaje de éxitos disminuía hacía las filas de atrás. El maestro procede a cerrar el tema diciendo “Entre más cerca estás de la papelera, mejores tus posibilidades, así es como funciona el privilegio. ¿Notaron como solo las personas de atrás se quejaron, mientras que para las personas del frente era más complejo darse cuenta de la ventaja con la que nacieron? Todo lo que podían ver era la papelera a un metro de distancia. Su trabajo como estudiantes es esforzarse desde su punto de inicio y al mismo tiempo apoyar a las personas que están detrás de ustedes” Fuente (en inglés con dibujitos y todo): This Teacher Taught His Class A Powerful Lesson About Privilege

El concepto de privilegio es importantísimo para cualquier discusión de género (o cualquier que implique a dos demografías distintas). Es complicado ver lo mal que lo puede pasar alguien más desde nuestra posición privilegiada, por ejemplo, si estás leyendo esto estás dentro del 10% más privilegiado del mundo (acceso a Internet, techo, agua, comida, etc.). Es más, es un buen momento para pasar a discutir sobre Palestina o la crisis del ébola en África del oeste (Cri-Cri-Cri-Cri).

I don’t need feminism because

Recientemente surgió el movimiento “I don’t need feminism because” en Tumblr, realmente precioso. Mujeres de todo el mundo con carteles diciendo el por qué no necesitan el feminismo.

Puntos extras por llamar putas a otras mujeres.

Aprovechando que ya tenemos definido lo que significa privilegio permitanme re-escribir este cartel.

Yo, como mujer estadounidense, blanca, de clase media, no necesito el feminismo porque en mi cómoda comunidad y a través de la lucha de mis ancestros, tengo derecho a votar e igualdad de oportunidades laborales por lo que puedo darme el lujo de decirle “puta sin vergüenza” a cualquier mujer que use pastillas anticonceptivas, se vista provocadoramente, etc.

Deja un comentario si tú también amas esta película.

Sí, en nuestro ambiente cercano las mujeres tienen igualdad, incluso cierta preferencia como mi amiga Michelle que siempre dice “no entiendo como les cuesta trabajo obtener patrocinios. A mi todo mundo me quiere dar dinero para la comunidad de mujeres en tecnología”. Nunca he tenido el corazón para decirle que se lo dan precisamente porque es una comunidad de mujeres…. así que aprovecho para decirle de una vez (¡Hola Mich!). Pero si te alejas un poco a zonas en una clasificación socioeconómica más baja encontrarás a mujeres cuya única posibilidad es casarse. Aléjate un poco más y encontrarás a mujeres siendo cambiadas por ganado. Date una vuelta por el Estado de México y verás que en los últimos 2 meses, más mujeres han desaparecido sin explicación que normalistas en Ayotzinapa.

El feminismo aún es necesario y lo será por un buen rato, negarlo solo porque una hembrista te hizo pasar un mal rato o porque tus papis te cambian el iPhone cada año es por decir poco… egoísta.

Slut Shaming

¡Claro! y aquí es donde se pone más bonito, el Slut Shaming es el concepto de que una mujer se merece las cosas malas que le pasan por lo que lleva puesto, “La violaron, ¡Claro! Fue su culpa por vestirse como puta”. Resumido en <X se merece Y por vestir Z>.

Pero no puede ser, esa playera es super ofensiva para las mujeres.

Este es Matt Taylor, aterrizó junto con su equipo una sonda espacial en un cometa en movimiento (Fucking wicked science!) y la reacción de la comunidad estuvo centrada sobre obvio, la playera… La respuesta fue tan nociva que incluso una escritora utilizó su figura como Straw Man (crear un personaje ficticio contra el cual se argumenta y al hacerlo “perder” se desacredita al otro), para hacerlo pedazos en su articulo ¿Machismo en la ciencia? El problema no era la camisa de Matt Taylor. En su ingenioso artículo Ángela Bernardo convierte a Matt Taylor en Mattilda Taylor e invierte los estereotipos de inequidad de género contra las mujeres. Es ingenioso, sí. Y deberían de leerlo para comprender las inequidades y argumentos comunes que hay contra la mujer, pero en definitiva peca de Straw Man, es fácil atacar a Matt Taylor cuando no puede contestarte y aún más si le pones palabras en la boca (por favor no me dejen hacer eso, pueden quejarse personalmente en mi twitter @levhita).

Como lo menciona Julie Bidel en Feminism is in danger of becoming toxic, tenemos la tendencia de enfocarnos en atacar la persona y de forma secundaria, la idea. Tan enfocado en la persona está la argumentación que es probable que por este artículo reciba ataques por ser un hombre escribiendo de feminismo. Tanto de feministas, como de hembristas, como de machistas (¡uy! Cuando sepan que me disfracé de mujer para Halloween seguro mas de alguna persona le encontrará algo malo).

La razón es simple, es más sencillo atacar a la persona, que solucionar problemas más fundamentales (y es algo de lo que todos pecamos -> surprise twitter search). Como personas de clase media con acceso a Internet, la idea de poner pie en la calle y confrontar a una persona de verdad sobre su machismo, donde realmente podría hacer una diferencia, es bueno… lejana. Eso nos convierte en personas tremendamente críticas ante opiniones contrarias a la nuestra (Someone is gonna quote myself in a future discussion I guarantee it). No hay forma de que ponga demasiado énfasis en esto. Lo hacemos porque es fácil.

Yo, todos los días.

Pero bueno, ¿A dónde va todo esto y dónde conecta con el Slut Shaming? La clave está en el shaming (humillación). Se nos hace fácil llegar a los extremos cuando atacamos a una persona, al punto de caer en en el acto de humillar por sus ideas o acciones. Recordemos que incluso en caso de crímenes graves, como sociedad no toleramos ninguna acción que atente ante la dignidad de la persona en su proceso penal, de hecho es ilegal presentar acusados ante los medios y hay numerosas recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos al respecto. Si pudiéramos simplemente ponernos de acuerdo en que humillar está mal, el mundo estaría un poco mejor, #Siento.

Matt Taylor llorando en una conferencia de prensa, bien hecho feministas de microondas… hicieron llorar a un hombre solo porque decidió ponerse una camisa que le regaló su mejor amiga.

Garrafones y Emma Watson

“Todas son feministas hasta que llega la hora de poner el garrafón” — Sergio Santana, 26 años, no liga por mamón… eso o porque vive con sus papás, sí ahora que lo pienso bien es por la segunda.

La adorable Emma Watson en su discurso en la ONU habló de feminismo como parte de su trabajo como Embajadora de la Buena Voluntad de las Mujeres. Aunque habla de temas muy básicos (por lo que obviamente fue atacada por feministas… because fuck you that’s why) toca uno de los temas más fuertes. Como es que el machismo afecta también a los hombres.

Extendamos el comentario con el que abrí está sección y permiteme hacerte una pregunta (sí, a ti hombre): ¿Permitirías que otro hombre ponga el garrafón por ti?.

El argumento del garrafón es solo una extensión de como es que medimos la hombría (por que obvio todo tiene que se medido ¬¬). Y usamos la fortaleza física para definirnos como hombres y de alguna manera definirnos como superiores al otro, en este caso el resto de los hombres y por supuesto las mujeres.

Ser menos fuertes, llorar, jugar con muñecas, desear que nuestra mamá nos dé cariño, no nos hace menos hombres. Y desde luego tampoco que alguien más ponga el garrafon. De hecho, si piensas que la única ventaja que tienes como hombre es tu capacidad de poner garrafones, siento decirte que cuando no hay hombres cerca las mujeres ponen sus propios garrafones.

¿Alguna vez ha visto a una mujer tratar de poner un garrafón cuando hay hombres cerca? Ya sea por caballerosidad, por comodidad de la mujer en cuestión o porque en algunos casos extremos incluso las regañan. Pero el hombre siempre consigue afirmar su hombría al poner el garrafón, pareciera que poner un garrafón es el último del refugio del establishement masculino en sociedades civilizadas.

Pero no te engañes, al final de cuentas la razón de raíz por la que te dejan a ti ponerlo. Es para que no te sientas malito de tu hombría… Vaya, que difícil es mantener la ilusión de hombría no vaya a ser que nos confundan con homosexuales o dios no lo permita. Mariquitas.

Les dejó integro el discurso de Emma Watson para su disfrute emocional:

The Trans Issue

Hasta aquí hemos hablado casi exclusivamente de 2 géneros, pero en el mundo lo que sobran son géneros. La última vez que revisé las siglas para los géneros “alternativos” era LGBT LGBTTTTI, sin contar que una cosa es el género y otra muy distinta el género que te atrae.

¡You go girl!

Recordemos a la señorita Garrison (SouthPark), un hombre gay, que pasó a ser mujer trans que gustaba de hombres, luego a mujer trans que gustaba de otras mujeres en el capitulo de 300 (#Épico).

La verdad es que para motivos prácticos solo nos importa el género con el que la persona se identifica, no es necesario explicaciones sobre si era hombre, que si se hizo la jarocha o no, que si usa hormonas… Así mismo emitir un juicio sobre con quien se acuesta tampoco le corresponde a nadie.

#LevhitaLigando

El problema viene cuando la misma comunidad feminista excluye a aquellas personas del género masculino que deciden identificarse con el género femenino (a través de su forma de vestir, operaciones o ingesta de hormonas). Literal, alguna vez @dimexoch me dijo “Si le dan cólicos y le sangra la vagina puede entrar”, sobre un show de Stand Up “De viejas para viejas” que organizó en el DF. Un caso un poco más actual viene de parte de la organización del encuentro feminista Eflac XIII  en Perú, donde a un trans masculino (Sigo sin saber si era un hombre identificado con mujer o viceversa), se le negó el acceso al encuentro basándose en su género.

https://www.youtube.com/watch?v=iJ4Tz_dTv-w

After Tought.

Hemos avanzado mucho como sociedad, pero nos sigue fallando mucho en discriminación. El tema feminista es muy importante pero las intensas peleas en el privilegiado reino del Internet redundan sobre el tema. Existen colectivos más allá (Trans, indigenistas, latinos en USA, africanos en España) que también sufren de discriminación, inclusive desde colectivos con discriminación previa muy intensa.

Festejo los logros del colectivo feminista, pero la próxima vez que les toque realizar una crítica, reflexiona… estás abonando a un entorno de equidad ¿O simplemente estás humillando a una persona? checa tus privilegios compa.